La Densitometría ósea es un estudio radiológico que se realiza a través de tecnología mejorada de rayos X, no causa ningún dolor, y es similar a la aplicación normal de rayos X.
Su objetivo es determinar la densidad mineral de los huesos, y contempla si ha habido una pérdida significativa en los mismos.
Es utilizada principalmente para diagnosticar la osteoporosis y determinar el riesgo de un paciente de sufrir fracturas de hueso.
Está indicada en todas las mujeres mayores de 50 años y en todos los hombres de más de 65 años. Particularmente si hay factores de riesgos como Tabaquismo, Alcoholismo, Diabetes, Artritis reumatoide, Cáncer e Historia de fracturas.
Se recomienda realizarse una densitometría cuando hay varios factores de riesgo como:
Antecedentes familiares de Osteoporosis.
Menopausia precoz.
Bajo peso.
Fumar.
Haber tomado corticoides durante más de 3 meses.
Fracturas después de los 50 años.
Más de 65 años.
La densitometría ósea con composición corporal se recomienda en personas que padecen alguna enfermedad crónica como diabetes, Cáncer de cualquier tipo, malabsorción por problemas intestinales, enfermedades Reumatológicas como lupus y artritis reumatoide, así como convalecencia de periodos de cama prolongados.
Las mediciones de la composición corporal son de gran utilidad para evaluar de forma más precisa nuestra salud, determinando aspectos importantes como Masa Magra Segmental, Grasa Visceral, Masa ósea y Grasa corporal entre otros.
Masa Magra Segmental: Evalúa si la musculatura está desarrollada adecuadamente en el cuerpo.
Grasa Visceral: Índice estimado de grasa alrededor de los órganos internos del abdomen.
Masa ósea.
Grasa corporal: Es importante que el cuerpo almacene ciertos niveles de grasa para funcionar adecuadamente; sin embargo, tener mucha o poca grasa corporal puede ser peligroso.
Se recomienda hacerse una Densitometría Ósea con Composición Corporal cuando se han presentado cambios recientes en peso, ya sea voluntario o involuntario, se han tenido caídas y debilidad muscular, Sarcopenia, y en Atletas que desean conocer su masa muscular y masa grasa y realizar un seguimiento de un programa de entrenamiento, pérdida de peso y cambio de hábitos.
Uno de los principales factores de riesgo para sufrir una fractura son las caídas.
El 30% de las personas mayores de 65 años de edad sufren una caída anual, y en mayores de 75 años esta cifra se eleva hasta 40%.
1 de cada 5 caídas entre los adultos mayores causa una lesión grave, como una fractura.
Si eres mayor de 50 años, te recomendamos que sigas estos consejos que te ayudarán a prevenir y evitar las caídas o accidentes en casa o cualquier lugar:
Elige un calzado adecuado (antideslizante).
Usa ropa que no tenga piezas largas que se puedan pisar con facilidad.
Permanece atento al camino para no pisar superficies mojadas.
Si es necesario, para mantener el equilibrio y darte más seguridad, usa un andador o bastón.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), en el Informe Mundial de la OMS de Prevención de Caídas en Personas Adultas Mayores de 2007, define a las caídas como “acontecimientos involuntarios que hacen perder el equilibrio y dar con el cuerpo en tierra u otra superficie firme que lo detenga”. Según este informe, mientras las personas adultas mayores consideran a las caídas como “pérdida del equilibrio”, los profesionales de la salud se refieren a la caída como “el evento que conduce a las lesiones y la mala salud”.
De cualquier manera, las caídas son eventos complejos que pueden ocurrir en diversos lugares y en cualquier momento, se han identificado diferentes factores de riesgo y estos inciden en el grado y tipo de lesiones resultantes.
Tomando como referencia la Clasificación Internacional de las Enfermedades (CIE-10), los tipos de caídas se agrupan en los códigos W00-W19 entre los que incluye un amplio rango de caídas relativas al mismo nivel, de un nivel a otro y otras caídas no especificadas.
La Osteoporosis se desarrolla cuando disminuye la densidad ósea. El cuerpo reabsorbe más tejido óseo y produce menos para reemplazarlo.
Los principales factores de riesgo, son:
Mayor a 50 años.
Menopausia precoz.
Tabaquismo.
Alcohol.
Enfermedades tiroideas, artritis, cáncer, diabetes.
Uso de medicamentos como cortisona y derivados.
Hacer un cambio de hábitos te puede ayudar a prevenir la osteoporosis y beneficiar el bienestar general, algunos de estos cambios, son:
Incluir en la dieta suficiente calcio y proteínas.
Obtener suficiente vitamina D: el adulto joven promedio necesita alrededor de 15 minutos de exposición diaria al sol.
Mantener un peso corporal saludable: ser demasiado delgado (IMC < 19) es perjudicial para la salud de sus huesos.
Realizar ejercicios regulares de levantamiento de pesas y de fortalecimiento muscular.
Evitar fumar y beber en exceso.
Ser consciente de los factores de riesgo de osteoporosis.
Del 12% al 20% de las personas que sufren una fractura de cadera mueren en el primer año, de los sobrevivientes, la mitad queda con discapacidad parcial y el 10% con discapacidad total.
De acuerdo con el Centro Nacional de Programas Preventivos y Control de Enfermedades (CENAPRECE), en México, una de cada 12 mujeres y uno de cada 20 hombres mayores de 50 años sufrirán una fractura de cadera en lo que les resta de vida.
Si tuviste una fractura de cadera es muy probable que tengas Osteoporosis, el 90% ocurre en mayores de 50 años, de las cuales el 80% son mujeres, después de una fractura de cadera pueden presentarse serias complicaciones.
Ésta es una herramienta fundamental, que nos permite identificar en cualquier nivel de atención las necesidades de nuestros pacientes.
Por su condición de salud, los adultos mayores requieren de atención multidisciplinaria, con modelos de atención en salud más centrados en el “cuidar” que en el “curar”, orientados a mantener la salud, controlar factores de riesgo, promover la autonomía del adulto mayor y su independencia funcional.
La Valoración Geriátrica Integral es un Instrumento de evaluación multidimensional (biopsicosocial y funcional), que permite identificar y priorizar de manera oportuna problemas y necesidades del adulto mayor con el fin de elaborar un plan de tratamiento y seguimiento oportuno.